El edificio se sitúa en una pequeña población de la comarca de La Moraña, en la que la arquitectura tradicional utiliza el característico ladrillo de galletilla y los muros de adobe revestidos de barro. La parcela está situada al borde de la carretera y el edificio es exento.
Alojamos el programa funcional en dos bloques prismáticos maclados de diferente altura que tratamos como objetos completos y puros realizados con los materiales característicos utilizados en la región, sustituyendo el barro por un enlucido de cemento bastardo. Uno aloja las funciones fundamentales y otro las secundarias y la división se puede leer desde el exterior a la vez que se consigue una cierta expresividad institucional.
80 m²
2009