El juego de cubiertas contrapuestas define la personalidad de la casa generando alzados muy diferentes a las distintas fachadas, con volúmenes que responden sinceramente a los usos interiores.
La fachada de acceso, estricta al exterior, presenta una geometría muy potente basada en el planteamiento de grandes áreas de huecos oscuros en los macizos de los paramentos, mientras los planos se mueven en profundidades diferentes.
La fachada secundaria se presenta al jardín soleado creando espacios privados que participan del carácter exterior e interior.
El acceso peatonal se marca con un pórtico de hormigón que contiene la cancela.
En el vestíbulo, la escalera abierta pasa rozando el muro translúcido que aporta claridad, integrando una baranda minimalista que se resuelve mediante cables verticales de acero.
Atravesando el muro de vidrio por un pórtico abierto, se encuentra el salón, en el que se manifiesta la pendiente de la cubierta reforzando su espacialidad.
La generosa cocina ordena el funcionamiento de la casa y de sus espacios exteriores y aprovecha su relación con el sol y la tierra.
275 m²
2017